Según ‘Sport1’, el delantero noruego habría solicitado al Borussia Dortmund que no hiciera públicos sus partes médicos, como ya hiciera el galés con el Real Madrid.
Volvió Erling Haaland, volvió el androide del gol con un doblete ante el Wolfsburgo. Al menos, al terreno de juego, donde no dejaba su sello en las redes de la Bundesliga desde el pasado mes de enero. Su nombre, sin embargo, ya es casi inamovible de la primera plana de la actualidad y la rumorología en torno a su ‘gran decisión’, cuyo minuto a minuto prácticamente se retransmite a diario.
El último capítulo lo apunta Sport1. Según el medio alemán, el noruego habría solicitado al Borussia Dortmund que no revelara los próximos partes médicos que pudiera tener hasta el final de temporada…y lo que parece que será, también, su final en el Signal Iduna Park. Marcarse un Bale, en otras palabras. El galés ya censuró sus informes de lesiones hace dos años, impidiendo que el Real Madrid los hiciera públicos.
Misma maniobra que pretendería Haaland, pero no tanto con el objetivo de aliviar la presión social y mediática, si no por, como apunta el mismo medio, cierto temor a que su racha reciente de dolencias físicas acabe resultando un obstáculo para los equipos que están en la pole position por reclutar al delantero. No quiere que se le empieza a colgar la etiqueta de futbolista de cristal. Según ha ido informando As, Manchester City y Real Madrid están en cabeza. Aunque el cénit futbolístico de Benzema y las dudas de los blancos acerca de la prioridad de acometer la operación este verano dan cierta ventaja a los skyblues.
La obsesión de Haaland
Haaland, de hecho, aún no se ha liberado de las secuelas de su última lesión. «Aún no está libre de dolor», dijo Marco Rose, entrenador del Dortmund. «No podemos empujarle a hacer algo que no quiere para sí mismo. Es imposible que no tenga dolor. Me mandaron una foto en la que se podía ver que tenía el pie torcido 90 grados, algo se tuvo que romper», añadió.
Lo cierto es que crece la sombra de la duda sobre Haaland y su creciente propensión a ocupar una camilla de la enfermería. Este temporada, el noruego acumula ya 96 días de baja, en los que se ha perdido 16 partidos. «Si debo mejorar alguna cosa es no lesionarme. Porque si no me lesiono, jugaré más partidos y progresaré mucho más. Y si me pregunta qué metas tengo para 2022, incluso para el resto de mi carrera, es no estar lesionado», afirmaba recientemente, sin ser preguntado por ello, en una entrevista al cercano amigo de su familia, Jan Aagen Fjortoft. Es su gran fijación.
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